Tras un verano de calor intenso, el frío llegó al país. Con este cambio de tiempo y las temperaturas bajas, predominan las enfermedades, resfríos y alergias. Esto hace que se vuelva fundamental reforzar nuestras defensas inmunológicas para no padecer esta época del año.
El sistema inmunológico es una red compleja de células, tejidos, órganos y sustancias producidas por los anteriores que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades. Un sistema inmunitario sano es la consecuencia directa de la adopción de un estilo de vida saludable. Así se vuelve imprescindible prestar atención a nuestros hábitos corporales y alimenticios.
La papaya, fuente principal de vitamina C
Entre los hábitos alimenticios, el comer de manera saludable es la base para lograr una vida sana y por ende un sistema inmunitario reforzado. Comer bien nos brinda múltiples nutrientes que respaldan una función inmunológica óptima, y el concepto se refiere a poner énfasis en incorporar a nuestra dieta alimentos como proteínas magras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa, verduras y muchas frutas.
La última categoría resulta una fuente fundamental de nutrientes, antioxidantes y minerales beneficiosos para nuestro cuerpo. Entre estas, existe una aliada del sistema inmunitario, y esa es la papaya. Esta fruta, originaria del sur de México y América Central, sobresale por su alto contenido de vitamina C, superando incluso a la naranja, según estudio de la Universidad Clínica de Navarra.
La vitamina C es una de las reguladoras principales del sistema inmunitario gracias a sus propiedades antivirales y antioxidantes, ya que estimula la función de los leucocitos, células de defensa que están en la sangre. Además, la investigación científica ha constatado que la toma de vitamina C reduce el tiempo de convalecencia y los síntomas del mismo. Esta vitamina tiene su depósito principal en la papaya, fruta que contiene aproximadamente 80 gramos de vitamina C por cada 100 gramos de fruta, en comparación con los 50 gramos de la naranja.
Los beneficios de la papaya van más allá de la vitamina C: ¿cuáles son estos?
Un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry (2008) encontró que una porción de papaya proporciona el 224% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. También aporta varios nutrientes más como lo son el folato, la vitamina A, el magnesio, el cobre, el ácido pantoténico y la fibra, entre otros necesario para nuestro cuerpo.- Prevención del asma: la papaya se ha relacionado con la prevención del asma, gracias a su contenido de betacaroteno.
- Reducción del riesgo de cáncer: estudios han demostrado que la papaya puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer, especialmente en hombres jóvenes. La papaya es rica en betacaroteno, un precursor de la vitamina A, y otros carotenoides que actúan como antioxidantes y protegen las células del daño causado por los radicales libres. Estudios in vitro y en animales sugieren que el consumo de papaya puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de próstata y de pulmón. Un estudio publicado en el European Journal of Cancer Prevention (2005) encontró que una dieta rica en betacaroteno se asoció con un menor riesgo de cáncer de próstata en hombres.
- Fortalecimiento de los huesos: la papaya contiene vitamina K, esencial para la salud ósea y la absorción de calcio. La papaya es una buena fuente de vitamina K, un nutriente esencial para la salud ósea y la absorción de calcio. Un estudio publicado en Osteoporosis International (2004) encontró que una dieta rica en vitamina K se asoció con un menor riesgo de fracturas óseas en mujeres posmenopáusicas.
- Control de la diabetes: su contenido de fibra ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. La fibra de la papaya ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que la convierte en una fruta beneficiosa para personas con diabetes. Un estudio publicado en Nutrition Research (2009) encontró que el consumo de papaya puede mejorar el control glucémico y reducir la resistencia a la insulina en personas con diabetes tipo 2.
- Mejora de la digestión: la enzima papaína presente en la papaya facilita la digestión y previene el estreñimiento. La papaya contiene papaína, una enzima digestiva que ayuda a descomponer las proteínas y facilita la digestión. Un estudio publicado en Digestive Diseases and Sciences (2001) demostró que la papaína puede mejorar la digestión y reducir los síntomas de indigestión en personas con problemas digestivos.
- Propiedades antiinflamatorias: los compuestos bioactivos de la papaya, como la papaína y la quimopapaína, poseen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación crónica asociada con enfermedades como la artritis, las enfermedades cardíacas y el cáncer. Un estudio publicado en Phytotherapy Research (2012) demostró que la papaya puede reducir significativamente los marcadores inflamatorios en personas con artritis reumatoide.
- Cuida la salud cardiovascular: su contenido de fibra, potasio y vitaminas contribuye a la salud del corazón. La papaya contiene fibra, potasio y vitaminas que contribuyen a la salud cardiovascular. La fibra ayuda a reducir el colesterol LDL ("malo"), el potasio ayuda a regular la presión arterial y las vitaminas antioxidantes protegen las células del corazón del daño oxidativo. Un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology (2005) encontró que una dieta rica en frutas y verduras, incluyendo la papaya, se asoció con un menor riesgo de enfermedades cardíacas.